La movilidad de la fiesta de
Pascua ocasiona casi todos los años un cambio en el orden de los domingos que
siguen. Septuagésima puede llegar a caer en enero, y a veces sucede que
Quincuagésima se anticipa a la fiesta de la Purificación. Como consecuencia, el
Oficio de los cuatro últimos domingos después de Epifanía puede ser trasladado
a otro tiempo del ciclo litúrgico.
MISA
El Introito nos presenta a los Ángeles
del Señor adorándole, en el momento de su entrada en el mundo, como lo explica
San Pablo en su Epístola a los Hebreos. La Iglesia celebra con David la alegría
de Sión y el gozo de las hijas de Judá.
INTROITO
Adorad a Dios todos sus Ángeles:
lo oyó y se alegró Sión: y se gozaron las hijas de Judá. salmo: El Señor reinó,
regocíjese la tierra: alégrense todas las Islas. J. Gloria al Padre.
ORACION
Omnipotente y sempiterno Dios,
mira propicio nuestra flaqueza: y extiende, para protegernos, la diestra de tu
Majestad. Flor el Señor.
EPISTOLA
Lección de la Epístola del
Apóstol San Pablo a los Romanos (XII, 16-21.) Hermanos: No os tengáis vosotros
mismos por sabios: no devolváis a nadie mal por mal; haced el bien, no sólo
ante Dios, sino también ante los hombres. Si es posible, en cuanto dependa de
vosotros, tened paz con todos los hombres; no os defendáis a vosotros mismos,
carísimos, sino dad lugar a la ira. Porque escrito está: Mía es la venganza; yo
pagaré, dice el Señor. Así que, si tu enemigo tiene hambre, dale de comer; si
tiene sed, dale de beber. Porque obrando así, amontonarás sobre su cabeza
carbones de fuego. No te dejes vencer por el mal, sino vence el mal con el
bien.
La caridad para con el prójimo
que nos recomienda el Apóstol, tiene su raíz en la fraternidad universal que el
Salvador vino a traernos del cielo con su nacimiento. Vino a hacer paces entre
el cielo y la tierra; deben, por tanto, los hombres vivir en paz unos con
otros. Si nos recomienda el Señor, no dejarnos vencer por el mal, sino vencer
el mal con el bien es porque El mismo lo practicó descendiendo hasta los hijos
de ira para hacer hijos de adopción, por medio de sus humillaciones y
sufrimientos. En el Gradual, continúa la Santa Iglesia celebrando la venida del
Emmanuel, invitando a todas las naciones y a todos los reyes de la tierra a
acudir a celebrar su Nombre.
GRADUAL
Señor, las gentes temerán tu
nombre, y todos los reyes de la tierra tu gloria. — y. Porque el Señor ha
edificado a Sión: y será visto en su majestad.
ALELUYA
Aleluya, aleluya. — 1. El Señor
reinó, regocíjese la tierra: alégrense todas las Islas. Aleluya.
EVANGELIO
Continuación del
santo Evangelio según San Mateo. (VIII, 1-13.)
En aquel tiempo, habiendo bajado Jesús del
monte, le siguieron grandes multitudes: y he aquí que un leproso, acercándose,
le adoró, diciendo: Señor, si quieres, puedes limpiarme. Y Jesús, extendiendo
su maño, le tocó, diciendo: Quiero, sé limpio, Y al punto se limpió su lepra. Y
le dijo Jesús: Mira, no se lo digas a nadie; antes, vete, muéstrate al
sacerdote, y ofrece tu sacrificio, el que estableció Moisés, para testimonio
ante ellos. Y, habiendo entrado en Cafarnaún se acercó a él un Centurión,
rogándole y diciéndole: Señor, mi siervo yace en casa paralítico, y es muy
atormentado. Y le dijo Jesús: Iré yo y le curaré. Y, respondiendo el centurión,
dijo: Señor, yo no soy digno de que entres bajo mi techo: dílo sólo de palabra
y sanará mi siervo. Porque también yo soy un hombre, constituido bajo potestad,
que tengo soldados a mis órdenes. Y le digo a este: Vete, y va; y al otro: Ven,
y viene; y a mi siervo: Haz esto, y lo hace. Al oírle Jesús, se admiró, y dijo
a los que le seguían: En verdád os digo: No he hallado una fe tan grande en
Israel. Y también os digo que vendrán muchos de Oriente y de Occidente, y se
sentarán con Abrahán e Isaac y Jacob en el reino de los cielos: mas, los hijos
del reino serán arrojados en las tinieblas exteriores: allí será el llanto y el
crujir de dientes. Y dijo Jesús al centurión: Vete; y, como has creído, te
suceda. Y sanó su siervo en aquel instante.
El género humano padecía la lepra
del pecado: el Hijo de Dios se ha dignado tocarle en el misterio de la
Encarnación, devolviéndole la salud; pero, exige que el enfermo curado vaya a
ver al sacerdote, y realice las ceremonias prescritas por la Ley, para
demostrar que asocia al sacerdocio humano a la obra de nuestra redención. En la
fe del Centurión aparece también la vocación de los Gentiles, cuyas primicias
fueron los Magos. Un soldado romano y muchos millones semejantes a él, serán
considerados como verdaderos hijos de Abrahán, de Isaac y de Jacob, mientras
que hijos directos de estos Patriarcas serán arrojados fuera de la sala del
banquete, a las tinieblas de la obcecación; su castigo será ejemplar para todos
los pueblos. En el Ofertorio, el hombre, salvado por la venida del Emmanuel
canta el poder de Dios, que ha desplegado en nuestra redención la fortaleza de
su brazo. El hombre estaba condenado a muerte eterna; pero, no morirá, pues
tiene a un Dios por hermano; vivirá, a fin de poder publicar las maravillas del
Dios que le ha salvado.
OFERTORIO
La diestra del Señor ejerció su
poder: la diestra del Señor me ha exaltado: no moriré, antes viviré, y contaré
las obras del Señor.
SECRETA
Suplicámoste, Señor, hagas que
esta Hostia purifique nuestros pecados y santifique los cuerpos y las almas de
tus siervos, para poder celebrar este Sacrificio. Por el Señor. Mientras se
distribuye el Pan de vida, la Santa Iglesia nos recuerda la admiración que
despertaron en los pueblos las palabras de Jesús. Los hijos de la Iglesia,
iniciados en todos los misterios, saborean en estos momentos el efecto de esa
inefable Palabra, por medio de la cual el Redentor cambió el pan en su cuerpo y
el vino en su sangre.
COMUNION
Se admiraban todos de las
palabras que salían de la boca de Dios.
POSCOMUNION
A los que nos haces, Señor, gozar
de tan grandes Misterios, dígnate, te los suplicamos, adaptamos realmente a sus
efectos. Por el Señor.
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