jueves, 20 de julio de 2017

21 de Julio: SANTA PRÁXEDES, VIRGEN. Del Año Litúrgico de Dom Guéranger.

Se dirigen hoy los romanos hacia el "titulus Práxedis" o iglesia de Santa Práxedis para honrar allí a una virgen, que una antigua leyenda, hace hija del senador Pudens. Este "titulus Práxedis" fue primero una casa rica de un privado que servía de lugar de reunión a los cristianos durante los cuatro primeros siglos. Durante el siglo quinto esta casa fue reemplazada por una basílica, que Pascual I (817-824) reconstruyó por completo cambiándola de lugar.

La riqueza y hermosura de esta basílica no se debió sólo a sus frescos y arquitectura carolingia, que con razón admiran artistas y arqueólogos: con el recuerdo y las reliquias de Santa Práxedes, los peregrinos veneran allí también las reliquias de innumerables mártires (quizás 2300) que Pascual hizo sacar de las catacumbas suburbanas y colocarlas en ella: pontífices de la cripta papal del cementerio de Calixto, mártires del cementerio de Priscila, de las vías Cornelia, Tiburtina, Apia y Latina. Todos descansan bajo el ábside de la basílica que desde entonces es uno de los santuarios más venerables de la Ciudad Eterna. 



A las reliquias de los mártires se juntan los recuerdos y reliquias de la pasión del Salvador. En el siglo XIII, en efecto, el Cardenal Colonna trajo de Tierra Santa una columna que la tradición afirmaba había servido a Cristo para su flagelación. Allí se expone también a la veneración de los fieles el lunes santo una reliquia importante de la Cruz y tres espinas de la sagrada Corona donación de San Luis. 

Este lugar fue santificado así mismo por el cardenal Borromeo que llevó el título de Santa Práxedes; en sus permanencias en Roma pasaba junto a las reliquias de los mártires muchas horas durante el día y hasta noches enteras en oración. Por fin se venera en el fondo de una capilla una Virgen conocida con el título de "Sancta Maria-liberanos-a- poenis-inferni": —Santa María líbranos de las penas del infierno—. Dirigiremos también hacia ella nuestro pensamiento para pedirla en el interior de su santuario, que, tanto Ella como todos los Santos, que forman su corte en este lugar, intercedan por nosotros al Señor, para que nos alcancen vernos libres de las penas del infierno y del pecado que las merece. 


 Año Litúrgico de Guéranger



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