SERMÓN DE SAN JUAN CRISÓSTOMO. — Hoy encontramos otra vez en San Juan Crisóstomo la
doctrina que expusimos anteriormente: cosa
buena es alabar a los Santos, pero a la alabanza
tenemos que añadir la imitación de sus virtudes:
IMITAR A LOS QUE ALABAMOS. — "Todo el que
admira con amor religioso a los Santos y celebra una y otra vez con alabanzas la gloria de
los justos, debe imitar su justicia y su vida santa.
El que siente alegría ensalzando los méritos
de algún santo, ha de tener empeño también en
ser, como el santo, fiel al servicio de Dios. Así,
pues, o imita uno al que alaba o no alaba al que
no quiere imitar. El que tributa elogios a otro,
hágase digno de ser alabado, y el que admira
el mérito de los Santos, hágase también admirar
por su vida santa. Si amamos a las almas
justas y fieles por el aprecio que hacemos de
su justicia y su fe, también nosotros podemos
ser lo que son ellos, si lo que hacen ellos, lo
hacemos nosotros.
NUESTROS MODELOS;—"Y no es difícil para nosotros
imitar sus acciones, pues, mientras los primeros
Santos, para hacerlas, no tuvieron ejemplos
anteriores que imitar, no fueron imitadores
de otros, se nos presentan ellos a nosotros como
ejemplares que debemos copiar en la práctica de
la virtud. Así, tanto por el provecho que sacamos
nosotros de su ejemplo, como por el que
saque el prójimo del nuestro, será Jesucristo
perpetuamente glorificado por sus siervos en la
Santa Iglesia.
"Ya en los primeros tiempos del mundo el
inocente Abel fue sacrificado; Henoc, porque
era grato a Dios, fue arrebatado de este mundo;
Noé fue hallado justo; Abraham, probado y hallado
fiel; Moisés se distinguió por su mansedumbre; Josué, en la castidad; David por la clemencia;
Elias agradó al Señor; Daniel fue piadoso;
sus tres compañeros, vencedores; los Apóstoles,
discípulos de Cristo, fueron nombrados
maestros de los creyentes; instruidos por ellos,
los Confesores luchan con valentía; los Mártires,
consumados en perfección, triunfan; y legiones
de cristianos, armados por Dios, infligen
al diablo continuas derrotas. Por sus virtudes
todos estos son parecidos; por sus combates, diferentes;
por sus victorias, gloriosos.
NECESIDAD DE LUCHAR. — "Oh cristiano, eres
soldado cobarde si piensas que vas a vencer sin
luchar y a triunfar sin esfuerzo. Despliega tu
fuerza, lucha con valor, pelea sin desmayo en
esta refriega. Recuerda tu pacto, atiende a las
condiciones, mira lo que es la milicia: el pacto,
lo hiciste; las condiciones, las aceptaste; en la
milicia, te alistaste".
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