LAS PRIMERAS PIEDRAS DE LA IGLESIA. — La vigilia de San Andrés es la más notable entre las vigilias de los Apóstoles. Punto de unión entre
el Antiguo y el Nuevo Testamento, nos recuerda
las promesas divinas y nos hace ver su cumplimiento,
mientras se prepara la construcción de
la Iglesia con la elección de las primeras piedras.
La última lección de la Escritura del Tiempo se termina con la declaración solemne del
Profeta Malaquías que anuncia los tiempos nuevos: "Desde la salida del sol hasta el ocaso, mi
nombre es grande entre las naciones, dice el
Señor de los ejércitos y en todo lugar se ofrece
a mi Nombre el sacrificio de una oblación pura".
Y Juan Bautista , en el Evangelio del día nos
avisa que el largo esperar del género humano ha
terminado ya. Nos señala al Mesías que está ya
muy cerca: "He ahí al Cordero de Dios". Andrés
oye este pregón y a impulsos de la gracia sigue
a Jesús y pasa la tarde con él. Fué el primer
Apóstol en reconocer a Cristo y al momento le
lleva a su hermano Pedro, el que más tarde va
a ser el primero por la autoridad, el primer Papa .
"Venid en pos de mí", había dicho Jesús.
Esta palabra del Señor va dirigida a las almas
de buena voluntad. La invitación está llena de
bondad: ¿Puede haber, en efecto, algo más dulce
que seguir al que es el mismo Amor? ¿Qué
cosa más fácil que seguir al Omnipotente ? Y,
con todo, son mu y pocos los que responden a
esta dulce presión.
Pongamos nuestro porvenir espiritual debajo
de la protección de San Andrés y roguémosle
que nos conceda la gracia de la fidelidad, para
que, a ejemplo suyo, podamos seguir a Cristo a
donde nos quier a llevar y, si le parece , hasta la
cruz.
Terminemos con este deseo de San Agustín
en la Homilía del día : "Levantémosle en nuestros
corazones un a morada , par a que venga a
ella y nos enseñe y viva con nosotros" .
Ya se va diseñando todo el Adviento. Pongamos bajo de la bendición del Apóstol de la cruz
la temporada santa del Adviento.
Oración: "Suplicárnoste, oh Dios omnipotente, que el Apóstol San Andrés, a cuya festividad
nos disponemos, nos alcance tu auxilio, para
que, libres de nuestras culpas, salgamos victoriosos
también d e todos los peligros. Por Jesucristo Nuestro Señor Amén. "
No hay comentarios:
Publicar un comentario