sábado, 20 de enero de 2018

21 de enero: TERCER DOMINGO DESPUÉS DE EPIFANÍA. Dom Próspero Gueranguer


La movilidad de la fiesta de Pascua ocasiona casi todos los años un cambio en el orden de los domingos que siguen. Septuagésima puede llegar a caer en enero, y a veces sucede que Quincuagésima se anticipa a la fiesta de la Purificación. Como consecuencia, el Oficio de los cuatro últimos domingos después de Epifanía puede ser trasladado a otro tiempo del ciclo litúrgico.

MISA
El Introito nos presenta a los Ángeles del Señor adorándole, en el momento de su entrada en el mundo, como lo explica San Pablo en su Epístola a los Hebreos. La Iglesia celebra con David la alegría de Sión y el gozo de las hijas de Judá.

INTROITO
Adorad a Dios todos sus Ángeles: lo oyó y se alegró Sión: y se gozaron las hijas de Judá. salmo: El Señor reinó, regocíjese la tierra: alégrense todas las Islas. J. Gloria al Padre.

ORACION
Omnipotente y sempiterno Dios, mira propicio nuestra flaqueza: y extiende, para protegernos, la diestra de tu Majestad. Flor el Señor.

EPISTOLA
Lección de la Epístola del Apóstol San Pablo a los Romanos (XII, 16-21.) Hermanos: No os tengáis vosotros mismos por sabios: no devolváis a nadie mal por mal; haced el bien, no sólo ante Dios, sino también ante los hombres. Si es posible, en cuanto dependa de vosotros, tened paz con todos los hombres; no os defendáis a vosotros mismos, carísimos, sino dad lugar a la ira. Porque escrito está: Mía es la venganza; yo pagaré, dice el Señor. Así que, si tu enemigo tiene hambre, dale de comer; si tiene sed, dale de beber. Porque obrando así, amontonarás sobre su cabeza carbones de fuego. No te dejes vencer por el mal, sino vence el mal con el bien.

La caridad para con el prójimo que nos recomienda el Apóstol, tiene su raíz en la fraternidad universal que el Salvador vino a traernos del cielo con su nacimiento. Vino a hacer paces entre el cielo y la tierra; deben, por tanto, los hombres vivir en paz unos con otros. Si nos recomienda el Señor, no dejarnos vencer por el mal, sino vencer el mal con el bien es porque El mismo lo practicó descendiendo hasta los hijos de ira para hacer hijos de adopción, por medio de sus humillaciones y sufrimientos. En el Gradual, continúa la Santa Iglesia celebrando la venida del Emmanuel, invitando a todas las naciones y a todos los reyes de la tierra a acudir a celebrar su Nombre.

GRADUAL
Señor, las gentes temerán tu nombre, y todos los reyes de la tierra tu gloria. — y. Porque el Señor ha edificado a Sión: y será visto en su majestad.

ALELUYA
Aleluya, aleluya. — 1. El Señor reinó, regocíjese la tierra: alégrense todas las Islas. Aleluya.

EVANGELIO
Continuación del santo Evangelio según San Mateo. (VIII, 1-13.)

 En aquel tiempo, habiendo bajado Jesús del monte, le siguieron grandes multitudes: y he aquí que un leproso, acercándose, le adoró, diciendo: Señor, si quieres, puedes limpiarme. Y Jesús, extendiendo su maño, le tocó, diciendo: Quiero, sé limpio, Y al punto se limpió su lepra. Y le dijo Jesús: Mira, no se lo digas a nadie; antes, vete, muéstrate al sacerdote, y ofrece tu sacrificio, el que estableció Moisés, para testimonio ante ellos. Y, habiendo entrado en Cafarnaún se acercó a él un Centurión, rogándole y diciéndole: Señor, mi siervo yace en casa paralítico, y es muy atormentado. Y le dijo Jesús: Iré yo y le curaré. Y, respondiendo el centurión, dijo: Señor, yo no soy digno de que entres bajo mi techo: dílo sólo de palabra y sanará mi siervo. Porque también yo soy un hombre, constituido bajo potestad, que tengo soldados a mis órdenes. Y le digo a este: Vete, y va; y al otro: Ven, y viene; y a mi siervo: Haz esto, y lo hace. Al oírle Jesús, se admiró, y dijo a los que le seguían: En verdád os digo: No he hallado una fe tan grande en Israel. Y también os digo que vendrán muchos de Oriente y de Occidente, y se sentarán con Abrahán e Isaac y Jacob en el reino de los cielos: mas, los hijos del reino serán arrojados en las tinieblas exteriores: allí será el llanto y el crujir de dientes. Y dijo Jesús al centurión: Vete; y, como has creído, te suceda. Y sanó su siervo en aquel instante.

El género humano padecía la lepra del pecado: el Hijo de Dios se ha dignado tocarle en el misterio de la Encarnación, devolviéndole la salud; pero, exige que el enfermo curado vaya a ver al sacerdote, y realice las ceremonias prescritas por la Ley, para demostrar que asocia al sacerdocio humano a la obra de nuestra redención. En la fe del Centurión aparece también la vocación de los Gentiles, cuyas primicias fueron los Magos. Un soldado romano y muchos millones semejantes a él, serán considerados como verdaderos hijos de Abrahán, de Isaac y de Jacob, mientras que hijos directos de estos Patriarcas serán arrojados fuera de la sala del banquete, a las tinieblas de la obcecación; su castigo será ejemplar para todos los pueblos. En el Ofertorio, el hombre, salvado por la venida del Emmanuel canta el poder de Dios, que ha desplegado en nuestra redención la fortaleza de su brazo. El hombre estaba condenado a muerte eterna; pero, no morirá, pues tiene a un Dios por hermano; vivirá, a fin de poder publicar las maravillas del Dios que le ha salvado.

OFERTORIO
La diestra del Señor ejerció su poder: la diestra del Señor me ha exaltado: no moriré, antes viviré, y contaré las obras del Señor.

SECRETA
Suplicámoste, Señor, hagas que esta Hostia purifique nuestros pecados y santifique los cuerpos y las almas de tus siervos, para poder celebrar este Sacrificio. Por el Señor. Mientras se distribuye el Pan de vida, la Santa Iglesia nos recuerda la admiración que despertaron en los pueblos las palabras de Jesús. Los hijos de la Iglesia, iniciados en todos los misterios, saborean en estos momentos el efecto de esa inefable Palabra, por medio de la cual el Redentor cambió el pan en su cuerpo y el vino en su sangre.

COMUNION
Se admiraban todos de las palabras que salían de la boca de Dios.

POSCOMUNION

A los que nos haces, Señor, gozar de tan grandes Misterios, dígnate, te los suplicamos, adaptamos realmente a sus efectos. Por el Señor.

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