lunes, 9 de abril de 2018

LA ANUNCIACIÓN EXPLICADA POR SAN BERNARDO



La Anunciación del Señor es llamada así porque en el día conmemorado, fue un ángel quien anunció la venida del Hijo de Dios en la carne. Por tres razones convenía que la Encarnación del Hijo de Dios fuese precedida por un anuncio que fuera hecho por un ángel.

Para que el orden de la reparación correspondiese con el orden de la prevaricación. Así como el diablo tentó a la mujer para llevarla a la duda, de la duda al consentimiento y del consentimiento a la caída, el ángel anunció a la Virgen para estimularle su fe, llevarla de la fe al consentimiento y del consentimiento a la concepción del Hijo de Dios.

Por causa del ministerio del ángel, porque siendo el ángel ministro y esclavo del Altísimo, y habiendo sido la bienaventurada Virgen María escogida como Madre de Dios, era sumamente conveniente que el ministro sirviera a la Señora y justo también que la Anunciación fuese hecha a la bienaventurada Virgen por el ministerio de un ángel.

Para reparar la caída del ángel. Si la Encarnación no tuvo como único objetivo reparar la caída del hombre, sino también reparar la ruina del ángel, los ángeles no deberán ser excluidos. Como la mujer no está excluida del conocimiento de los misterios de la Encarnación y de la Resurrección, lo mismo debería ser del conocimiento del mensajero angélico, por eso Dios anunció ambos misterios a la mujer por intermedio de un ángel: la Encarnación a la Virgen María, y la Resurrección a María Magdalena.

La bienaventurada Virgen estuvo desde los tres a los catorce años en el Templo, junto con otras vírgenes, e hizo el voto de castidad hasta que Dios dispusiese de otro modo. Conforme está detalladamente relatado en la historia de la natividad de la bienaventurada María, José la tomó como esposa después de haber recibido una revelación divina y después que su ramo floreció. A fin de tomar providencias para su matrimonio, José fue a Belén (donde había nacido), en cuanto María retornaba a la casa de sus padres en Nazareth, nombre que significa "flor". Comenta San Bernardo: 

"La flor quiso nacer de una flor en una flor y en la estación de las flores". Fue allá por lo tanto, que el ángel se le apareció a Ella y la saludó diciéndole:

"Salve, llena de gracia, el Señor está contigo, bendita entre las mujeres"

San Bernardo explica que:

"El ejemplo de San Gabriel y el movimiento de San Juan Bautista, nos convidan a saludar a María, para nuestro beneficio"

Pero conviene ahora buscar los motivos por los cuales el Señor deseó que su Madre se casase. San Bernardo da tres razones:

1. "Fue necesario que María se casase con José porque así el misterio quedaba oculto a los demonios.

2. Porque el esposo testimoniaba la virginidad de Ella.

3. Y porque el pudor y la reputación de la Virgen quedaban resguardados".

A ésto, le podemos agregar otras razones:

4. Para hacer que fuese borrada la deshonra en las mujeres, de cualquier condición, solteras, casadas y viudas, triple condición por la cual la propia Virgen pasó.

5. Para que pudiese recibir ayuda de su esposo.

6. Para constituir una prueba de la importancia del matrimonio.

7. Para establecer en el Hijo la genealogía del marido.

Por eso el ángel dijo:

"Salve, llena de gracia"

San Bernardo, explicando tales palabras, dice que "la gracia de la divinidad está en su seno, la gracia de la caridad en su corazón, la gracia de la afabilidad en su boca, la gracia de la misericordia y de la generosidad en sus manos". Y agrega que "Ella es verdaderamente llena de gracia, pues de su plenitud todos los cautivos reciben redención; los enfermos, curación; los tristes, consolación; los pecadores, perdón; los justos, gracia; los ángeles, alegría; en fin, toda la Trinidad, gloria; el Hijo del hombre, la naturaleza humana".

"El Señor está contigo" 

-Explica San Bernardo- significa que "contigo está el Señor en cuanto Padre, que generó Aquel que concebiste en cuanto Espíritu Santo, del cual concibió, en cuanto Hijo, que se revistió de tu carne".

"Bendita entre todas las mujeres"

Significa que "encima de todas las mujeres porque seréis Madre y Virgen, y Madre de Dios".

Las mujeres estaban sujetas a una triple maldición: la de deshonra, la del pecado y la del suplicio. La de la deshonra alcanzaba a las que no concebían, y así Raquel decía: "El Señor me sacó del oprobio en que estuve"; la del pecado recaía en las que concebían, de ahí el Salmo que dice "fui concebido en iniquidad"; y la del suplicio que afligía a las parturientas, conforme está en el Génesis: "tendrás hijos con dolor". 

Solamente la Virgen María es bendita entre todas las mujeres, pues su virginidad está unida a la fecundidad, su fecundidad a la santidad en la concepción, y su santidad a la alegría en el parto. Ella es llena de gracia, por lo que dice San Bernardo, por cuatro razones que fulguran en su espíritu:

La devoción de la humildad.
El respeto al pudor.
La grandeza de la fe.
El martirio de su corazón.

El ángel agregó:

"El Señor está contigo"

Por cuatro razones, que del Cielo resplandecieron en su persona, todavía conforme a San Bernardo:

1. "Fue necesario que María se casase con José porque así el misterio quedaba oculto a los demonios.
2. Porque el esposo testimoniaba la virginidad de Ella.
3. Y porque el pudor y la reputación de la Virgen quedaban resguardados".
A ésto, le podemos agregar otras razones:
4. Para hacer que fuese borrada la deshonra en las mujeres, de cualquier condición, solteras, casadas y viudas, triple condición por la cual la propia Virgen pasó.
5. Para que pudiese recibir ayuda de su esposo.
6. Para constituir una prueba de la importancia del matrimonio.
7. Para establecer en el Hijo la genealogía del marido.

Por eso el ángel dijo:

"Salve, llena de gracia"

San Bernardo, explicando tales palabras, dice que "la gracia de la divinidad está en su seno, la gracia de la caridad en su corazón, la gracia de la afabilidad en su boca, la gracia de la misericordia y de la generosidad en sus manos". Y agrega que "Ella es verdaderamente llena de gracia, pues de su plenitud todos los cautivos reciben redención; los enfermos, curación; los tristes, consolación; los pecadores, perdón; los justos, gracia; los ángeles, alegría; en fin, toda la Trinidad, gloria; el Hijo del hombre, la naturaleza humana".

"El Señor está contigo" 

-Explica San Bernardo- significa que "contigo está el Señor en cuanto Padre, que generó Aquel que concebiste en cuanto Espíritu Santo, del cual concibió, en cuanto Hijo, que se revistió de tu carne".

"Bendita entre todas las mujeres"

Significa que "encima de todas las mujeres porque seréis Madre y Virgen, y Madre de Dios".

Las mujeres estaban sujetas a una triple maldición: la de deshonra, la del pecado y la del suplicio. La de la deshonra alcanzaba a las que no concebían, y así Raquel decía:

"El Señor me sacó del oprobio en que estuve"; la del pecado recaía en las que concebían, de ahí el Salmo que dice "fui concebido en iniquidad"; y la del suplicio que afligía a las parturientas, conforme está en el Génesis: "tendrás hijos con dolor".

Solamente la Virgen María es bendita entre todas las mujeres, pues su virginidad está unida a la fecundidad, su fecundidad a la santidad en la concepción, y su santidad a la alegría en el parto. Ella es llena de gracia, por lo que dice San Bernardo, por cuatro razones que fulguran en su espíritu:

La devoción de la humildad.
El respeto al pudor.
La grandeza de la fe.
El martirio de su corazón.
El ángel agregó:
"El Señor está contigo"

Por cuatro razones, que del Cielo resplandecieron en su persona, todavía conforme a San Bernardo:

Esto quiere decir que la sombra es naturalmente formada por un cuerpo colocado en el camino de la luz, y como la Virgen, por su naturaleza humana, no podía recibir la plenitud de la divinidad, "la virtud del Altísimo te cubrirá con su sombra", significa que en Ella la luz incorpórea de la divinidad asumió la humanidad del cuerpo, a fin de que Dios pudiese sufrir. San Bernardo parece aceptar esta explicación cuando dice:

"Como Dios es Espíritu y como en verdad somos el cuerpo de su sombra, Él vino a nosotros para que por medio de la carne vivificada viéramos el Verbo en la carne, el sol en la nube, la luz en la lámpara, la vela en el candelero".

Y todavía comentando el mismo pasaje, San Bernardo afirma:

"Es como si el ángel dijese que el modo por el cual Tú concebirás a Cristo del Espíritu Santo, será ocultado por la sombra del poder de Dios en su asilo más secreto, para que sea conocido apenas por Él y por Ti. Es como si el ángel dijese: ¿por qué me preguntas lo que sabrás por experiencia propia? Tú sabrás, sabrás, felizmente sabrás, pero por intermedio de Aquel que al mismo tiempo será tu profesor y tu autor. Fui enviado para anunciar la concepción virginal, no para crearla. Aquella frase puede incluso indicar que Él la cubrirá con Su Sombra, esto es, extinguirá el ardor del vicio.

Fuente - Texto tomado de HERALDOS DEL EVANGELIO: http://es.arautos.org/view/show/14433-la-anunciacion-del-se-or

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